En esta página: Contexto económico | El marco político
Japón, tercera economía mundial, está muy expuesto a los impactos externos debido a su fuerte dependencia de las exportaciones. Esta vulnerabilidad se ha manifestado en los últimos años, ya que su economía ha experimentado periodos de recesión junto con la desaceleración económica mundial. Tras crecer un 1,7% en 2023, la economía se contrajo a principios de 2024 debido a interrupciones temporales del suministro, pero se recuperó en el segundo semestre. La demanda interna, en particular el consumo privado, se fortaleció, aunque la demanda exterior neta siguió siendo débil, lo que se tradujo en un crecimiento estimado del 0,3% para el año. Se espera que el PIB real crezca un 1,1% en 2025, impulsado por la demanda interna, antes de estabilizarse en un 0,8% en 2026 (FMI). El consumo privado se beneficiará del fuerte crecimiento salarial, la relajación de la inflación y las recientes ayudas públicas. La inversión empresarial se verá impulsada por un aumento significativo de los beneficios, debido en parte a la debilidad del yen y a las subvenciones gubernamentales para iniciativas ecológicas y digitales.
Japón tiene la relación deuda/PIB más alta del mundo: estimada en el 249,7% en 2023, aumentó al 251,2% el año pasado. Sin embargo, los tipos de interés reales negativos apoyan significativamente la dinámica de la deuda, con una trayectoria descendente prevista durante el horizonte de previsión (246,9% del PIB en 2026, según las previsiones del FMI). A largo plazo, el aumento de los costes relacionados con el envejecimiento de la población podría poner en peligro la estabilización de la deuda si no se llevan a cabo reformas de la seguridad social o se adoptan medidas para impulsar el crecimiento potencial. El déficit de las administraciones públicas japonesas se redujo al 1,9% del PIB en el ejercicio fiscal 23 (finalizado en marzo de 2024), frente al 3,5% del ejercicio fiscal 22, gracias a unos ingresos impulsados por la inflación y a un recorte del gasto superior al 2% del PIB al reducirse las ayudas relacionadas con la pandemia (Fitch Ratings). Los elevados beneficios empresariales han apoyado los ingresos fiscales, mientras que los gastos para la recuperación económica, incluidas las transferencias a hogares y PYME, se han eliminado parcialmente. Se espera que el déficit fiscal aumente ligeramente en 2025 debido al incremento del gasto en defensa, medidas relacionadas con la infancia y políticas industriales. La estrategia monetaria del banco central y la sólida base de inversores nacionales contribuyen a mantener bajos los rendimientos de los bonos y a respaldar la financiación pública a pesar del endurecimiento gradual de la política. La calificación de Japón se ve reforzada por los persistentes superávits por cuenta corriente, una gran posición de activos exteriores y el estatus de moneda de reserva del yen. Tras décadas de inflación cercana a cero, la economía japonesa muestra signos de haber alcanzado un nuevo equilibrio. La inflación ha superado el objetivo del 2% del Banco de Japón durante más de dos años, apoyada por los precios de la energía y los alimentos, mientras que la inflación de los servicios sigue siendo más débil. El FMI estimó una tasa de inflación del 2,2% en 2024, previendo un ligero descenso para este año y 2026 (en torno al 2%).
Los problemas demográficos a los que se enfrenta Japón son cada vez más graves. El envejecimiento de la sociedad supone un gran reto para el país, ya que el gasto previsto del gobierno en pensiones y asistencia sanitaria no dejará de aumentar. Además, el descenso de la natalidad provoca una disminución significativa de la población y, en consecuencia, del número de contribuyentes. La población japonesa en edad de trabajar lleva varias décadas disminuyendo, pero ello se ha visto compensado por el aumento de la tasa de actividad, lo que ha contribuido al crecimiento del empleo y al mantenimiento de una tasa de desempleo baja (del 2,5% en 2024, con perspectivas estables en el horizonte de previsión según el FMI). Por último, Japón disfruta de un elevado PIB per cápita, estimado en 54.907 USD en 2024 por el FMI (PPA).
Indicadores de crecimiento | 2023 (E) | 2024 (E) | 2025 (E) | 2026 (E) | 2027 (E) |
---|---|---|---|---|---|
PIB (miles de millones de USD) | 4.219,83 | 4.070,09 | 4.389,33 | 4.584,64 | 4.742,53 |
PIB (crecimiento anual en %, precio constante) | 1,7 | 0,3 | 1,1 | 0,8 | 0,6 |
PIB per cápita (USD) | 33.899 | 32.859 | 35.611 | 37.388 | 38.884 |
Saldo de la hacienda pública (en % del PIB) | -4,3 | -6,2 | -3,1 | -2,8 | -2,9 |
Endeudamiento del Estado (en % del PIB) | 249,7 | 251,2 | 248,7 | 246,9 | 245,7 |
Tasa de inflación (%) | 3,3 | 2,2 | 2,0 | 2,0 | 2,0 |
Tasa de paro (% de la población activa) | 2,6 | 2,5 | 2,5 | 2,5 | 2,5 |
Balanza de transacciones corrientes (miles de millones de USD) | 150,01 | 154,03 | 158,70 | 160,83 | 160,14 |
Balanza de transacciones corrientes (en % del PIB) | 3,6 | 3,8 | 3,6 | 3,5 | 3,4 |
Fuente: IMF – World Economic Outlook Database, Ultimos datos disponibles.
Nota : (E) Datos estimados
Aunque Japón cuenta con algunos yacimientos de oro, magnesio, carbón y plata, en general sus recursos naturales son muy limitados, por lo que depende en gran medida de las importaciones para satisfacer sus necesidades de materias primas y energía. Por otra parte, gracias a su gran extensión marítima, el país es uno de los mayores productores mundiales de productos pesqueros. Sin embargo, dado que sólo el 11% de la superficie de Japón es apta para el cultivo, el sector agrícola es pequeño, contribuye marginalmente al PIB (1%) y sólo emplea al 3% de la población activa (Banco Mundial, últimos datos disponibles). El té y el arroz son los dos cultivos más importantes del país, aunque el sector en su conjunto está muy subvencionado y protegido. Otros cultivos importantes son el maíz, el trigo, la soja, la cebada, el cacahuete, la colza y la avena. La media de 5 años de superficie cosechada de los distintos cultivos es la siguiente: el arroz ocupa 1,5 millones de hectáreas (MHA), el trigo 214.000 hectáreas (ha), la soja 146.000 ha, la cebada 62.000 ha, el cacahuete 8.000 ha y el maíz 1.200 ha. En términos de volumen de producción, el arroz encabeza la lista con una media de 10,4 millones de toneladas métricas (mmt), seguido del trigo con 991.000 toneladas métricas (mt), la soja con 224.000 mt, la cebada con 218.000 mt, el cacahuete con 20.000 mt, el maíz con 5.400 mt, la colza con 4.000 mt y la avena con 1.000 mt (datos USDA). Las exportaciones de productos agrícolas, pesqueros y forestales de Japón alcanzaron la cifra récord de 9.600 millones de dólares en 2024, un 3,7% más que el año anterior, impulsadas por la creciente demanda internacional de cocina japonesa.
El sector industrial japonés representa el 26,9% del PIB y emplea al 24% de la población activa (Banco Mundial). El sector industrial japonés es un paisaje polifacético caracterizado por una mezcla de industrias tradicionales e innovadoras. Históricamente, Japón ha sido famoso por su destreza manufacturera, sobre todo en los sectores de la automoción, la electrónica y la maquinaria. Empresas como Toyota, Sony y Panasonic han dado forma al panorama industrial mundial. Además, Japón es líder en tecnologías avanzadas de fabricación, robótica e ingeniería de precisión, fomentando una ventaja competitiva en industrias como la robótica, los semiconductores y los materiales de alta tecnología. En conjunto, el Banco Mundial calcula que el sector manufacturero representa por sí solo el 19% del PIB, lo que convierte a Japón en el cuarto país manufacturero. No obstante, la producción industrial de Japón cayó un 2,3% interanual en 2024, lo que supone el tercer descenso anual consecutivo (datos gubernamentales). La caída se debió al cierre temporal de las plantas de Toyota Motor Corp. y otros fabricantes de automóviles en la primera mitad del año tras un escándalo de certificación. En los últimos años, Japón ha seguido explorando sectores emergentes como las energías renovables, la biotecnología y la inteligencia artificial, aprovechando su gran capacidad de investigación y desarrollo y su mano de obra cualificada para mantener su posición de líder industrial mundial.
El sector servicios representa alrededor del 71,4% del PIB y emplea a más del 73% de la población activa. Dominan este sector las finanzas, los seguros y el sector inmobiliario, reflejo de la condición de Japón como centro financiero mundial. El comercio minorista y mayorista también desempeña un papel importante, con marcas japonesas emblemáticas como Uniqlo que contribuyen al comercio nacional e internacional. Además, el sector de la hostelería y el turismo de Japón atrae a millones de visitantes cada año: el país recibió la cifra récord de 36,9 millones de visitantes internacionales en 2024, un 47,1% más que el año anterior, superando en 5 millones el récord anterior a la pandemia de 31,9 millones en 2019 (datos de la Organización Nacional de Turismo de Japón). Entre los sectores emergentes en el panorama terciario de Japón se encuentran los servicios sanitarios y de atención a la tercera edad, impulsados por el envejecimiento de la población del país, así como las tecnologías de la información y los servicios digitales.
Repartición de la actividad económica por sector | Agricultura | Industria | Servicios |
---|---|---|---|
Empleo por sector (en % del empleo total) | 3,0 | 23,7 | 73,3 |
Valor añadido (en % del PIB) | 1,0 | 26,9 | 71,4 |
Valor añadido (crecimiento anual en %) | 10,9 | -1,3 | 3,9 |
Fuente: World Bank, Ultimos datos disponibles.
Encuentre mas información sobre su sector de actividad en nuestro servicio Informes de mercado.
El indicador de la libertad económica toma en cuenta diez componentes agrupados en cuatro grandes categorías: el estado de derecho (derechos de propiedad, el nivel de corrupción); El rol del Estado (la libertad fiscal, el gasto del gobierno); La eficacia de la normativa (la libre empresa, la libertad de trabajo, la libertad monetaria); La apertura de los mercados (libertad comercial, libertad de inversión y libertad financiera). Cada uno de estos 10 componentes se mide en una escala de 0 a 100. La calificación global del país equivale al promedio de las calificaciones de los 10 componentes.
Mapa de la Libertad Económica en el mundo
Fuente: Índice de la Libertad Económica, Heritage Foundation
La clasificación del entorno empresarial mide la calidad o el atractivo del entorno empresarial en los 82 países cubiertos por las previsiones de The Economist. Este indicador se define mediante el análisis de 10 criterios: el entorno político, el entorno macro-económico, oportunidades de negocios, la política hacia las políticas de libre empresa y de la competencia hacia la inversión extranjera, el comercio exterior y los controles de cambio, tasas de impuestos, financiamiento de proyectos, el mercado laboral y la calidad de la infraestructura.
Fuente: The Economist Intelligence Unit - Business Environment Rankings 2020-2024
Consulte el análisis del riesgo país propuesto por Coface.
La clasificación mundial, publicada anualmente, permite medir las violaciones de la libertad de prensa en todo el mundo. Refleja el grado de libertad que gozan los periodistas, los medios de comunicación y los internautas de cada país, así como los medios utilizados por los Estados para respetar y hacer respetar esa libertad. Finalmente, una calificación y una posición se otorga a cada país. Para establecer esta clasificación, Reporteros sin Fronteras envió un cuestionario a las organizaciones asociadas, 150 corresponsales de RSF, periodistas, investigadores, juristas y activistas de los derechos humanos, incluidos los criterios principales: 44 en total - para evaluar la situación de la libertad de prensa en un país determinado. Incluye todo tipo de ataques directos contra periodistas e internautas (asesinatos, agresiones de prisión, amenazas, etc.), o contra los medios de comunicación (censura, embargos, registros, presiones, etc.).
Fuente: Clasificación mundial de la libertad de prensa, Reporteros sin fronteras
El índice de libertad política proporciona una evaluación anual de la situación de la libertad en un país, tal como se vive por los individuos. La encuesta mide el grado de libertad a través de dos grandes categorías: la libertad política y las libertades individuales. El proceso de calificación se basa en una lista de 10 preguntas sobre derechos políticos (sobre el proceso electoral, el pluralismo político, la participación y el funcionamiento del gobierno) y 15 preguntas relativas a las libertades personales (libertad de expresión, de creencia, libertad de asociación, autonomía organizacional e individual). Las notas se asignan a cada pregunta en una escala de 0-4, donde 0 representa el menor grado de libertad y 4 el más alto grado de libertad. La calificación global de un país es un promedio de las notas de cada pregunta. Va de 1 a 7, siendo 1 el más alto grado de libertad y 7 el más bajo.
Mapa de la libertad 2017
Fuente: Libertad en el mundo, Freedom House
¿Tiene comentarios sobre el contenido de esta página? Contacte con nosotros.
© eexpand, Todos los derechos reservados.
Ultimas actualizaciónes: Marzo 2025